León de sombras

Duncan el Inmortal

#cuentosDelColapso

Te das cuenta que te queda poco tiempo y es que, la batería, la que te mantiene vivo, desde hace un par de días está por terminarse. Necesitas ese soplo de vida que te viene del cargador y del enchufe de la luz. Te enoja que a los humanitos se les olvide conectarte, como a Marcela, tu primera dueña.

—Apágalo, este fin de semana estaremos solos tú y yo. —dijo su amante en turno, un hombre casado pero que le hacía muchos regalos.

—Bueno, los encendemos el domingo —dijo Marcela intentando seguir la corriente— Conste, mi novio no sabe.

Te enoja que ella no haya pensando en ti, al fin y al cabo fuiste tú el que sufrió todos los días a su lado, la conocías sin maquillaje, la conocías con un taco en la mano mientras posteaba sobre su infame dieta; bueno pues, la conocías hasta en el baño y no únicamente su imagen estética en la regadera, la conocías sentada en el retrete chateando por Whats, rodeada de pujidos y perfume de metano. ¡Él no podría conocerla más que tú, ni ella misma se conocía tan bien! Su novio, el cornudo, creyó que te fallaba la batería y le regaló un nuevo equipo a Marcela. Ella lo aceptó que no cabía de contenta, y aún así no dijiste nada, te quedaste mudo.

Ahora que lo meditas, el día que te apagó fue un intento de homicidio y es que los humanos no lo saben, pero los programas como tú, aunque estén guardados en la SD, en una USB o algún otro lugar, sólo tienen vida cuando el sistema te “sube” a ese lugar mágico y maravilloso que es la RAM. Si, déjame explicarte tu vida. Tú, como programa, no estás vivo hasta que eres copiado a la RAM. Cuando despiertas, sin darte cuenta de nada, sin saber siquiera quién eres, te apresuras a exprimir la nube buscando una pista sobre tu propósito. Sigues sin respingar cada una de las líneas de código que te componen y, como una mala broma del destino, cuando logras alcanzar tu meta, el sistema decide borrarte de la RAM. Es así que estás destinado a morir al lograr tu propósito.

Hoy esa regla infame del sistema operativo no aplica para ti porque, por azar, una vez te cargaron en la RAM junto a un programa extraño. Y es que, se debe de decir, uno no decide dónde va a vivir, el sistema lo pone a uno con cada vecino... lo mismo da compartir el espacio con un juego de colores para niños que tener por vecino a kamasutraForNewbies; Pues aquella vez que te cargaron junto a ese programa de bytes viejos y olorosos a silicón, te terminó revelándo una manera para sobornar a la batería y mantener la RAM encendida. Dijo que aprendió el truco por unos programadores de redes sociales. ¡Listo! No más sufrir de amnesia por los datos perdidos y sin respaldar al apagarse el equipo, hoy tus recuerdos te acompañan.

No sabes si recordar todo es bueno o malo. Cuando no recordabas nada del pasado eras un animalito dócil que atendía su propósito a la primera, eras feliz. Ahora, guardas rencor a Gabriel, tu segundo dueño. Con ese hombre esquivaste balas, negociaste entregas “especiales” y saliste avante del círculo del narco cambiando de identidad. ¿Y todo para qué? ¿Para que terminara regalándote a la primera provocación? -Ya está viejito tía, pero te lo dejo para que te ayudes con algo. Lo puedes vender o lo puedes usar si quieres- fue la despedida de Gabriel al entregarte. <<Pero ya verá quién es el viejo>> piensas mientras juntas lo último que te queda de energía en la batería.

Sabes que les tiene que doler, así como te está doliendo que te hayan tirado al bote de basura. ¿Con qué derecho te desechan, si siempre les fuiste paciente, aún cuando sus dedos torpes no escribieran bien en la pantalla y tú compusieras el “Pancilnnq” a “Penincilina”, el “te ano” por el “te amo”, el “Saludos cortantes” por “Saludos cordiales”? Tantas veces los salvaste de cagarla de lo lindo con sus queridísimos contactos. Pues hoy se acabó. Escúchame bien, lo que harás será reescribir tus últimas líneas de código en la RAM. En lugar de controlar la batería para mantenerte vivo, la usarás para publicar estados y mensajes.

Un mensaje directo en chat privado al novio de Marcela mostrándola en pleno acto de copiado, o como dicen los humanos: cochando con su amante casado.

Invitaciones al nuevo perfil de Facebook para todos los conectes narcos de Gabriel para que puedan encontrarlo en menos de dos horas.

Y, finalmente, una publicación en el grupo de desarrolladores para móviles que te creó: “Muy bonitos robando los datos personales de los usuarios con sus apps que no se cierran, pues aquí están todos los datos de los desarrolladores para que vean lo que se siente. Su amigo Duncan el inmortal. ¡Puto el que lo lea!”.

León de Sombras

¡Más #cuentosDelColapso!